El 24 de octubre de 2024, la Unión Europea (UE) notificó urgentemente un lote de ovoproductos exportados desde China a Europa debido a la detección de niveles excesivos del antibiótico prohibido enrofloxacino. Este lote de productos problemáticos afectó a diez países europeos, entre ellos Bélgica, Croacia, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Noruega, Polonia, España y Suecia. Este incidente no solo provocó importantes pérdidas para las empresas exportadoras chinas, sino que también volvió a cuestionar la seguridad alimentaria del mercado internacional en China.
Se supo que este lote de ovoproductos exportados a la UE contenía cantidades excesivas de enrofloxacino durante una inspección rutinaria del Sistema de Alerta Rápida de la UE para alimentos y piensos. El enrofloxacino es un antibiótico comúnmente utilizado en la avicultura, principalmente para el tratamiento de infecciones bacterianas en aves de corral, pero varios países han prohibido explícitamente su uso en la industria ganadera debido a su posible amenaza para la salud humana, especialmente por el problema de resistencia que podría surgir.
Este incidente no es un caso aislado. Ya en 2020, Outlook Weekly realizó una investigación exhaustiva sobre la contaminación por antibióticos en la cuenca del río Yangtsé. Los resultados fueron alarmantes: entre las mujeres embarazadas y los niños examinados en la región del delta del río Yangtsé, alrededor del 80 % de las muestras de orina infantil contenían ingredientes antibióticos veterinarios. Esta cifra refleja el abuso generalizado de antibióticos en la industria agrícola.
El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MAFRD) ha formulado desde hace tiempo un riguroso programa de monitoreo de residuos de medicamentos veterinarios, que exige un control riguroso de los residuos de medicamentos veterinarios en los huevos. Sin embargo, durante la implementación, algunos ganaderos aún utilizan antibióticos prohibidos, violando la ley, para maximizar sus ganancias. Estas prácticas incumplidas finalmente provocaron la devolución de los huevos exportados.
Este incidente no solo ha dañado la imagen y la credibilidad de la comida china en el mercado internacional, sino que también ha generado preocupación pública sobre la seguridad alimentaria. Para garantizar la seguridad alimentaria, las autoridades competentes deben reforzar la supervisión y ejercer un control estricto sobre el uso de antibióticos en la industria agrícola para garantizar que los productos alimenticios no contengan antibióticos prohibidos. Asimismo, los consumidores deben prestar atención a la información de etiquetado y certificación de los productos al comprar alimentos y elegir alimentos seguros y confiables.
En conclusión, no se debe ignorar el problema de la inocuidad alimentaria que supone el exceso de antibióticos. Los departamentos competentes deben intensificar sus esfuerzos de supervisión y análisis para garantizar que el contenido de antibióticos en los alimentos cumpla con las normas y regulaciones nacionales. Al mismo tiempo, los consumidores también deben concienciar sobre la inocuidad alimentaria y elegir alimentos seguros y saludables.
Fecha de publicación: 31 de octubre de 2024
