Los mariscos son un pilar de una dieta saludable, repletos de nutrientes esenciales como ácidos grasos omega-3, proteínas de alta calidad y diversas vitaminas y minerales. Sin embargo, el recorrido desde el océano o la granja hasta el plato es complejo. Si bien se suele aconsejar a los consumidores que busquen señales de frescura —un factor crucial—, una amenaza invisible puede persistir incluso en el pescado de aspecto más fresco: los residuos químicos.
Los antibióticos utilizados en la acuicultura y los pesticidas de aguas contaminadas pueden acumularse en los mariscos, lo que representa un riesgo potencial para la salud. En Kwinbon, nos dedicamos a promover la seguridad alimentaria. Esta guía no solo le ayudará a elegir los mariscos más frescos, sino que también le mostrará la importancia de la seguridad más allá de lo que se ve a simple vista.

Antes de profundizar en la seguridad, dominar los conceptos básicos de la selección de mariscos frescos es su primera línea de defensa.
Pescado entero:
- Ojos:Debe ser transparente, brillante y prominente. Evite peces con ojos turbios, hundidos o grises.
- Branquias:Debe ser de un rojo o rosa vibrante y estar húmedo. Las branquias marrones, grises o viscosas son señal de edad.
- Piel y escamas:Debe ser brillante, con escamas bien adheridas y sin decoloración. La pulpa debe ser firme y recuperar su forma original al presionarla.
- Oler:Debe oler fresco y salado, como el océano. Cualquier olor fuerte, agrio o a amoníaco es una señal de alerta inmediata.
Filetes y bistecs:
- Color:Debe tener un aspecto vibrante y consistente. Evite la carne con aspecto seco o bordes amarronados.
- Textura:La pulpa debe estar firme y húmeda, no blanda ni abierta.
- Líquido:Debe ser transparente, no lechoso ni excesivo.
Mariscos (camarones, vieiras, etc.):
- Oler:Muy suave y dulce. Cualquier olor desagradable debe evitarse.
- Textura:Debe estar firme e intacto. Evite los camarones con manchas negras o las vieiras que estén en un charco de líquido turbio.
Mariscos vivos (almejas, mejillones, ostras):
- Conchas:Debe cerrarse herméticamente o cerrarse al golpearlo. Deseche cualquier envase con la concha agrietada o abierta que no cierre.
La apariencia por sí sola no garantiza la seguridad. La acuicultura moderna a veces implica el uso de antibióticos para prevenir enfermedades en condiciones de hacinamiento. De igual manera, los pesticidas provenientes de la escorrentía agrícola pueden contaminar las fuentes de agua y acumularse en la vida marina.
Por qué es importante:El consumo a largo plazo de mariscos que contienen residuos puede contribuir a la resistencia a los antibióticos en los seres humanos y exponer a los consumidores a sustancias químicas no deseadas.
El desafío:Estos contaminantes no se ven, huelen ni saborean. Aquí es donde la confianza en el proveedor y en los sistemas de seguridad alimentaria en general cobran importancia.
Si bien la verificación final requiere pruebas profesionales, puedes tomar decisiones más inteligentes para mitigar los riesgos.
Conozca su fuente:Compre en pescaderías y supermercados de buena reputación y establecidos, conocidos por sus altos estándares de seguridad alimentaria. Es más probable que tengan controles rigurosos de sus proveedores.
Hacer las cuestiones:No dude en preguntar de dónde proviene el marisco, ya sea silvestre o de piscifactoría. Los vendedores con buena reputación deben ser transparentes.
Busque certificaciones:Busque productos con certificaciones de organizaciones reconocidas (p. ej., MSC para pescado silvestre sostenible, ASC o BAP para pescado de cultivo responsable). Estas suelen tener directrices más estrictas sobre el uso de sustancias químicas.
Diversifique sus opciones:Variar los tipos de mariscos que usted come puede ayudar a minimizar la posible exposición a un solo contaminante.
Para los consumidores, los consejos anteriores son cruciales. Pero para los profesionales de la industria (procesadores, distribuidores, minoristas e inspectores de seguridad alimentaria), garantizar la seguridad requiere herramientas robustas y fiables.
Aquí es donde Kwinbon ofrece soluciones cruciales. Nuestras tiras reactivas rápidas y kits ELISA cuentan con la confianza de líderes de la industria pesquera mundial para detectar residuos nocivos con rapidez y precisión.
Para equipos de control de calidad:Nuestrotiras de prueba rápidaOfrecen una defensa de primera línea. Son fáciles de usar, brindan resultados en minutos directamente en la planta de procesamiento y son ideales para analizar lotes entrantes de mariscos en busca de antibióticos comocloranfenicol, nitrofuranos, o quinolonas.
Para validación de laboratorio:NuestroKits ELISAOfrecen resultados altamente sensibles y cuantitativos. Son ideales para confirmar resultados positivos, realizar programas de monitoreo rutinario y garantizar el cumplimiento de estrictas normas internacionales de seguridad (como las normas de la FDA de EE. UU. y la UE).
Al integrar los productos de prueba de Kwinbon en sus protocolos de seguridad, las empresas pueden proteger de forma proactiva su marca, garantizar el cumplimiento normativo y, lo más importante, garantizar que los mariscos que llegan a su mesa no solo sean frescos, sino verdaderamente seguros.
Ser un consumidor informado implica ver más allá de la superficie. Al combinar los métodos tradicionales de evaluación de la frescura con el conocimiento de los peligros químicos modernos, puede tomar mejores decisiones para usted y su familia. Y para los profesionales de la industria comprometidos con los más altos estándares de seguridad, Kwinbon es su socio, brindándoles las herramientas de análisis precisas y eficientes necesarias para fomentar la confianza y garantizar la salud en cada paso de la cadena de suministro.
Hora de publicación: 21 de agosto de 2025